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domingo, 30 de diciembre de 2012

Mi ultimo mensaje para ti.


Hoy me di cuenta sin conocimientos que realmente cometimos un error al haber estado juntos. Fue muy pronto y realmente no quiero martirizarme, la cruda realidad me dijo que fui un chico desprevenido –imbécil- en un mundo que nunca había pisado; tampoco quiero volverte santa porque esta culpa fue de los dos. Le hicimos caso a la impaciencia y nos consumimos como dos cigarros que creyeron ser eternos.
Esta bien, tal vez no sepas porque terminamos, pero fue por cuestión de tiempo; me di cuenta cuando estuve contigo -de improvisto-  que era un chico que siempre le gustaba estar rodeado de amigos, conversar con ellos y escribir en mi blog tranquilamente; también noté que estaba preparado para llevar una vida sin compañías o bueno tal vez no de la tuya; noté que no encajaba en el cuadro familiar que tu quisiste que encuadre; noté que era un chico de las utopías, de los amores ficticios y no de los que llegan a finales felices. De la noche a la mañana después del viaje que tuve con dos amigas –con la cuales no hice nada malo, si es que te interesa saberlo, aunque no lo creo-  al templo hare krishna quise terminar contigo, porque sucede así cuando pasa, uno no sabe lo que viene después de hacer algo .
Mi indiferencia ante ti después del viaje se vio notar, no quería decirte “Te amo” ni un “te quiero” porque ya no sentía esas cosas y no quería engañarte con cosas que no siento, porque tal vez las ilusiones son lo peor que uno puede crear cuando uno tiene conciencia de ello. Esperé una semana para verte, tú viajaste al sur y yo en Lima esperando con ansías así como cuando esperaba con ansías estar contigo, decirte en esa fecha “ya no me gustas, quiero terminar contigo”
Esperaba el momento de verte frente a frente y decirte con mucho valor al igual que me costó decirte para estar contigo que terminábamos. Lamentablemente mis ansías de verme sin compañías y estar solo crecieron  repentinamente y por eso tuve que terminarte por una red social, porque era lo más pronto posible, sobre todo para no llegar al mes y no terminarte ese malévolo día. Al final de todo te quise -ahora ya no te quiero- ni hablamos, claro, porque me eliminaste de facebook como toda chica enamorada, lo que si puedo afirmar es que te estimo por haber pasado buenos tiempos contigo que ahorita me parecen imposibles e ilógicos para mí.

Espero que hayas leído esto, porque no espero tu amistad, ni me hace falta, pero lo  que espero es que me devuelvas mi libro de Pablo Neruda, que te presté –suena muy fresco y muy pendejo, pero es mío y lo necesito-
Otra cosa, todos los poemas que escribí después de terminar contigo, ninguno va para ti, te lo digo por fuerte que parezca. Te lo digo por no ser malo contigo y no haberte creado ninguna ilusión, porque lo peor que puede hacer una persona en el amor es crear una ilusión sin paracaídas y que el emisor crea que los mensajes del receptor que le atraen les pertenecen sin haber llegado a un acuerdo con el receptor.
Saludos hierba violeta, ya las leyes de la naturaleza se encargaran de castigarme.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Una extraña receta de conspiración.


Dejo en claro que todo lo que está escrito en esta nota no quiere decir que deje el ateísmo, sino mi escepticismo medieval.
Me tome esta noticia en serio, creía que iba a suceder pero al final no sucedió. Fue algo en lo que realmente creía.  Mi ateísmo ha sido engañado una vez más por falsas supersticiones de la humanidad. Creo en el hombre y en su divinidad por hacer las cosas posibles, pero esto me ha dejado atolondrado en la forma más explícita de todas sus interpretaciones.
El humano una vez más ha fallado en sus aciertos que nadie predice y que solo la ciencia aclara con el peso de la justicia de la razón.

Se han alineado los planetas de la galaxia donde yo estoy viviendo, pero mi corazón se desvió del tuyo. Yo creía que iban a estar alineados por lo menos un breve minuto de este día, pero no sucedió así, sucedió todo lo contrario; se desviaron nuestros corazones, nuestras almas y nuestras mentes. Nuestros labios no se volverán a chocar después de miles de años, hasta que una nueva era llegue y eso sucederá tal vez cuando la codicia del hombre por explotar todo su ecosistema haya acabado con él mismo y  el de todas las especies.

Si es que tenemos suerte podremos reencarnar en células y estar unidos por el mínimo tiempo que logré alcanzar nuestros cuerpos amorfos al juntarse por un corto tiempo. Es casi imposible –lo sé- pero si nos conocimos en este mundo, porqué no en otro donde la utopía de mi predicción humana se equivoque o este en la razón. Eso lo comprobaré en miles de años, cuando la ciencia demuestre si estuve en lo cierto o simplemente me equivoqué guiado de argumentos de la era que acaba de pasar.

Tengo un problema


No encontré la dirección que debía seguir en estos días finales, donde la noche es fría y el verano angosto. Discúlpame por las ofensas que te di hoy y ayer, no fue mi intención pecar una vez más, soy una persona con defectos, bebo alcohol y fumo nicotina todos los días de la semana, para olvidar lo imbécil que fui; un problema que debo solucionar.

Esta tarde en la que el mundo terminará, espero que solo me veas como una desconocida alma sin lágrimas sucias que embarran mis mantos perfectos. Espero salir de este aislamiento cuando vea más soñadores con los pies sobre el suelo y que puedan beber sin emborracharse.
No te olvides del paracaídas que necesitaré, cuando termine de construir las nubes de cemento que en el cielo pondré, porque algún tornado me sacudirá y no podré sostenerme de esas nubes, es que me olvidaré de ponerle  un seguro contra desastres naturales; un problema que debo solucionar.
Siempre marcharé a veces con la frente en  alto y otras por debajo de la moral, cuando no existe nada en que pensar ni valorar. Solo soñaré por última vez con las uvas envenenadas que Morfeo puso en mi mesa para dejar de soñar y para no poder construir más nubes donde podré ver lo que perdí; un problema que debo solucionar.

Te perdí, como un pirata ebrio  pierde un tesoro en el mar. Me alejaron de ti cuando le dije a todos que eras una leyenda, un mito empapado de ficticias realidades que en el mar se esconden.
Solo por eso, me condenaron al  profanar tu nombre  y por eso estoy aquí en un calabozo sin vista al mar, perdido entre pensamientos confusos, siempre olvidando lo que fui y lo que soy, solo recordando el tesoro que deje embriagado por la culpa de confusiones y alcohol.