Cosecha Frustrada.

Estos son los tiempos, cuando debería llover para traer nuevos frutos a mis secas tierras.
Hice todos los rituales correspondientes para el llamado a la nueva temporada; para que la lluvia se enfoque en mi terreno y mis frutos alegres crezcan en el campo, pero no ha sucedido así y tampoco sucederá.

Me he sentado en un sofá -esta vieja mañana- que por pecado no limpié. No lo puse dentro de mi casa, porque no quería,  lo coloqué afuera entre los maizales -es que deseaba ver el cielo- y esperar la visita del fenómeno natural, el cual no llegó y tampoco llegará, entonces lo único que pude hacer es pensar. Pensar que tal vez es la brisa que se mueve entre  las nubes, y estas se reencarnan cada semana en el mismo cuerpo, la misma masa abrumadora de espuma abstracta que contrae la gravedad y que haya cambiado el eje de su dirección para que quedara en mi recuerdo su acción vanguardista y  casualmente egoísta que no pasa por mi huerta.

Después de colocar el sofá en su lugar y echarme en él, mis piernas se estiraron. Fumé un habano de esos de los que guardaba en una lata oxidada, donde un supuesto pescador almacenaba sus sardinas. Trataba de hacer nubes con los humos que emanaban de mis pulmones, para así regar todas las semillas que puse en el campo, sin ayuda de aquella conocida brisa que un Dios creó con sabia inteligencia; sin la brisa que se olvido de mi y mis semillas, ¿cómo podía hacer que el humo con forma de nube se mueva a otra dirección?

Apunté al horizonte donde solía brillar el sol y la nube -producto del habano- no se movía y tampoco se iba a mover. Yo estaba intentando hacer algo que ni milagro, ni magia, ni hechizo se podía hacer. Acción utópica que cada vez me enloquecía mas y cada día que pasaba sin la brisa, me dejaba solo, abandonado y con una ética distorsionada para entrar al reino de los dioses; perseguido por las voces que me dicen que son mis últimos días y esta mi ultima cosecha frustrada. Sobé mi corta barba, para luego morderme los labios suavemente  -como un peine sobre un pelo liso- así como introduces el agua sin dolor alguno, mire al cielo y le pregunte a mi Dios ¿Dónde esta la brisa?

¿Dónde esta mi  compañera? si Adam le diste a Eva para hacerle compañía ¿Porqué a mi no me das aunque sea la brisa de una temporada? ¿Porqué tengo que vivir solo o es este mi destino? ¿Vivir en un solitario pensamiento? Dios eres lo único que me queda y conozco, espero que no te olvides de mi y mi fe, en especial esta ultima que impecable  la deposité entre la brisa que sigue en ella, como también en ti.

Sin tu brisa

Quiero seducirte, atraparte en mi mente

que vuelvas mágicamente atraída por los sonidos del ayer,

yo estoy dispuesto a morir con tu presencia

pero no quisiera sufrir y agonizar en tu olvido.

Es oscura la noche, como la tarde que apagamos nuestros corazones

por nefastos pensamientos que nos obligaron a olvidarnos.

Encendí la vela de mi desesperado corazón,

pero al regresar al tuyo vi que otro la había despertado.

Comprendo que tus sentimientos de mi se hayan olvidado

por una nueva ilusión tu te hayas alejado y separado.

Te dejo mis amores, mis sentimientos y emociones

todo el tiempo perdido te lo regalo, porque te he llorado

y sobre todo lo que he logrado, te he amado.

Una brisa se avecina con dirección a mi corazón,

parece que quiere llevarse mis últimos alientos que en ti gasté.

Mi espíritu arrodillado esta esperando la muerte sin desesperación,

porque si mi única conexión la perdí, de nada vale vivir esta vida

si es que hay que sufrir por siempre tu partida.

Disculpa por amarte tanto, por tener una fe impecable

si te hace feliz que yo me olvide de ti.....pues tal vez la muerte sea el remedio pero no la cura

es el instinto de mi alma que llama a tu alma pura, que se juntó a la tuya un Noviembre,

para nunca mas alejarse......pero el destello de tu espíritu no me corresponde,

soy un espíritu solo, que abandonó y fue abandonado. 

En el amanecer un gallo se alzo para posar ante el sol,

cuya mañana la iglesia hizo sonar sus campanadas.

La perdida de un ser que no quiso morir en olvido se cumplió,

como si Dios se lo llevara sin decir su  ultimo Adiós.