Utopia Colectiva (Homenaje a Javier Diez Canseco)

Compañero de la costa, sierra y selva de este país, compañero que ves como crece la injusticia y la desigualdad, a ti me dirijo con ganas de darte todo mi apoyo y mi apoyo no basta con letras, ni con composiciones,  mi apoyo es de vida, alma y espíritu para ti y para los demás compañeros que dan su vida por un mejor Perú.
Compañero pon la fuerza en el alma, apriétala en el puño y dispárala con la voz de tu pueblo que piensa igual que tú o que tal vez necesita un poco de información para que reflexionen sobre el verdadero engaño de los cuales ellos se someten ante el opresor y cruel hombre depredador. 

Compañero, siempre lleva la quijada al frente, nunca para arriba y nunca para abajo, porque el camino de esta revolución no es el camino hacia el infierno, ni hacia el cielo. Esta revolución es del hombre interesado por las comunidades hermanas.

Compañero, le manifiesto que estos tiempos han cambiado; la guerrilla  ya no es del campo, ni de la ciudad; las armas ya no son balas, ni escopetas. La guerra fría terminó. Ahora la guerrilla se lucha en la mente; con educación se vence la ignorancia, pero faltan balas para derrotar la indiferencia del hombre que es el cuervo del propio hombre; balas de conciencia que son los sueños de muchos hombres que regaron sus pensamientos de esperanza en un futuro mejor, donde podamos ser verdaderamente libres y no tengamos que tener un líder supremo o un colectivo de lobos que se aprovechen de las necesidades primarias del bien común.

Compañero, si nos unimos ante la voluntad de los pueblos y crecemos como lo que somos, ciudadanos que debemos velar por los derechos humanos, la libertad y justicia de todos los pueblos sin recibir algún centavo y esperar luchar hasta la muerte, llegando a nuestra gloria plena de equidad, que hermoso será aquel día. Seremos la vanguardia de jóvenes que necesita esta llamada utopía; no seremos mercenarios, seremos revolucionarios que fuera de nuestras metas personales, tendremos ese sueño colectivo y utópico que necesitamos para forjar la unidad popular que necesita toda comunidad.

Compañero, hagamos un camino de paz, enseñanza; por una democracia que pocos estados conocen. Unámonos con esmero, dedicación y valores;  el pueblo verá qué lindo se ve el cambio, en especial si ellos reciben educación y ellos son parte de esta gran revolución. Verás que esta lucha traerá diversificación, porque cada uno de nosotros tendremos educación, solo si nos comprometemos a luchar por la revolución.

 Compañero, mis palabras son pocas, porque espero no ponerte palabras en tu boca. Espero que la voz de tu pueblo y la tuya no sea la voz de un gobierno, y se haga respetar por todos los rincones de tu habitad natural. Este sueño colectivo recién ha comenzado a brotar

Compañero, espero verte más activo en estos tiempos.  Estos tiempos son para los indignados; es para otra revolución en la que todos nosotros somos participes de este gran movimiento que pocos pueden ver, pero se siente en las extrañas de la base que un rey mandó  construir. Somos el cambio del presente eterno, mientras todos estemos unidos ante un futuro mejor, dejaremos de sobrevivir para  aprender coexistir y convivir.

GRACIAS POR TODO - DESCANSA EN PAZ, DESPUÉS DE TANTAS LUCHAS.

"Cuando un revolucionario muere, nunca muere"

Compañero Javier Diez Canseco, gracias por haberme enseñado sin que tú lo sepas; a valorar y ser justo con las personas; a pensar en un mejor futuro;  y ser valiente ante la adversidad de cualquier contexto que se nos presente.

Una pequeña anécdota que tengo sobre ti fue en la marcha del agua, la marcha desde Cajamarca hasta Lima. Recuerdo que ese día te vi, me acerqué a ti y me estrechaste la mano; con ese apretón de manos me invitaste a seguir adelante y eso es lo que hago y haré. Así fue como surgieron tantas notas de este blog; tantas ideas en mi cabeza; tanta sed de esperanza por un mundo mejor y así fue como se forjó mi activismo político, por eso te digo:

Gracias, porque tú fuiste y serás uno de los ejemplos que incitan a ver la realidad peruana y dejar los privilegios que uno tiene, para ayudar a los demás.
Fuiste y serás la inspiración de muchos jóvenes que tienen sed de justicia, libertad y democracia; buscando un mejor Perú, como todo soñador  consecuente con sus actos.
No sé cómo puedo sentir pena  por una persona que no conocí, tal vez ese misterio sea porque compartimos sueños, como muchos que en estos días escribirán en honor a ti, como lo hago yo.

Gracias por todo; por tus sueños, tus actos y tu aporte al activismo que muchos preferimos tomar, ante el contexto indiferente de esta sociedad.