Hemos viajado y cruzado las tierras desiertas,
dando vueltas a montañas, respirando el poco aire que respiran las aves de las
cordilleras por lazos que nos conectan con pueblos distintos, en una sola
misión de consciencia y sensibilización. De esta manera, después de bajadas y
subidas, llegamos a nuestro destino. Ayacucho.
En este pueblo que fue totalmente destruido por la violencia, nos encontramos un Ayacucho distinto al que pensábamos.
Es un Ayacucho que había salido adelante, dejando atrás todo ese sufrimiento,
perdonando todo lo sucedido y buscando que sus comunidades estén unidas, para
el desarrollo del pueblo con un cálida bienvenida a cualquier persona que
llegue al pueblo.
Este viaje a Ayacucho nos muestra que el Proyecto Tarata de la municipalidad de
Miraflores se ha descentralizado,
percibiendo lo esencial del proyecto; la participación de más jóvenes en el Perú de cada comunidad,
para que difundan y recuerden su pasado.
Sembrando consciencia de jóvenes a
jóvenes, prevenimos que otra vez
el terror se asome a la vuelta de la esquina y evitamos que la violencia sea la
solución para los problemas sociales. Para no olvidar y no permitir que muchos jóvenes sean vulnerables ante
personas que solo buscan mentirnos con una
fantasía de “paz e igualdad”, mientras
por debajo siembran el miedo para llegar al poder, como cualquier grupo que solo busca sus intereses políticos y no el bien de
la ciudadanía.
Dejando atrás el resentimiento, pero no olvidando lo sucedido. Lo que fue un
proyecto de una comunidad, ahora lo es de otras y gracias a ello podemos
percibir las distintas perspectivas de
un Perú dolido por el terror que sembraron los que una vez violaron los
derechos humanos de sus ciudadanos, pero a la vez vemos un Perú que ha salido
adelante y ha progresado. Fortaleciendo el desarrollo Perú, creo que este proyecto marca un antes y después en
acciones gubernamentales con el apoyo de la participación ciudadana. Espero que el proyecto siga expandiéndose en todos
los rincones más remotos del país; porque si fueron un grupo de “ciudadanos” los
que generaron esta violencia, debemos ser los ciudadanos los que debemos prevenir toda esta
absurda forma de participación política
que se manifiesta con violencia, porque nuestra democracia no merece que el
oportunismo político use la sed de miles de ciudadanos para engañarnos y dividir
el Perú en ríos de sangre una vez más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario